Como se suele decir, no tendremos una segunda oportunidad para causar una primera impresión. Una máxima que, si es aplicable a otros aspectos de nuestra vida, también lo es a un espacio tan expuesto como íntimo de nuestra casa: el recibidor. Una pieza de nuestro hogar que, si bien solemos dejar para decorar al final, no deja de ser clave tanto para nuestro día a día como para quienes crucen el umbral de nuestra casa.
Ser conscientes de la importancia de este espacio es fundamental para elegir los muebles de entrada más adecuados para ella. Muebles de entrada que no solo nos faciliten la rutina diaria de entrar o salir de casa, sino que también cumplan con ese valor estético de carta de presentación de nuestro espacio personal.
Por la importancia de ese espacio y por su versatilidad, hoy queremos ver distintas propuestas de decoración aptas para quienes entienden el recibidor con muebles de entrada acompañados de espejo como para quienes quieren prescindir de este accesorio decorativo para decantarse por otro estilo.
Dos maneras de entender la estructura de un espacio tan personales como lo es cada hogar.
Muebles de entrada con espejo
El hecho de que los muebles de entrada estén acompañados, habitualmente, por espejos no es baladí sino que tiene múltiples razones. La principal no es una cuestión de coquetería, aunque para muchos sí puede ser este el motivo de contar con un espejo como parte de los muebles de entrada. Sin embargo y más allá de esto, lo cierto es que el espejo es clave para amplificar un espacio.
Su papel es determinante para ampliar visualmente los metros cuadrados que se destinan a esta pieza de la casa que, salvo honorables y preciosas excepciones, suele ser de pequeño tamaño. Añadido, los recibidores no suelen gozar de luz natural por lo que contar con un espejo nos ayudará a amplificar la luz con la que contemos en él.
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Pero, incluso más allá de los valores decorativos, lo cierto es que la elección de los muebles de entrada con espejo es una forma de interpretar de manera personal un espacio jugando con él de tres maneras: o bien dejando en los muebles de entrada el peso del protagonismo estético, o jugando con el diseño del espejo como elemento predominante del conjunto o buscando un equilibrio perfecto entre una pieza y la otra.
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Si optamos por darle peso a los muebles de entrada, tendremos que elegirlos cumpliendo con las premisas de practicidad y estética en equilibrio en nuestra balanza. Si nos decantamos por esta opción el espejo pasará a un segundo plano. Para ello, lo ideal es elegir espejos con marcos en tonos neutros de madera o espejos de forja, que completarán el look del espacio sin robarle peso a los muebles de entrada.
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En caso de que el espejo sea el protagonista, tendremos que optar por muebles de entrada que pasen desapercibidos para que no le resten visualmente importancia. Para ello, lo ideal es decantarse por un mobiliario sobrio o de bajo perfil, como las consolas de forja.
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Y si lo que queremos es que todo vaya al unísono, nada como elegir un juego completo de mueble recibidor y espejo. Un tándem de éxito para vestir este espacio de la casa sin competencias, guardando un equilibrio perfecto y, lo que es más importante, cumpliendo con lo que le demandamos al espacio.
Muebles de entrada sin espejo
Y, aunque los cánones clásicos de la decoración pautan que un recibidor ha de contar con muebles de entrada y espejo, lo cierto es que la actualidad sigue otro patrón bien distinto: el recibidor, como cualquier otro espacio, está a merced de sus habitantes.
O, lo que es lo mismo, que podemos seguir con las estructuras básicas de la decoración o, simplemente, jugar con muebles de entrada a nuestro antojo.
Una cuestión de gustos, creatividad y preferencias que tendremos que administrar renunciando a una pieza clave de cualquier recibidor. Pero, incluso más que a la presencia del espejo, es quizás más importante tener claro que no podremos jugar con los valores que ya hemos comentado aportan. Unos a los que podemos renunciar si, por ejemplo, contamos con un recibidor de buen tamaño y con luz natural.
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Si decidimos optar por muebles de entrada sin la compañía del espejo, lo cierto es que también podemos crear recibidores con ese punto personal que todos buscamos. Un espacio en el que ese aprovechamiento del espacio vertical se utilizará para otras cosas, que no por eso no pondrán un acento único en el conjunto.
De lo que sí tenemos que ser conscientes es que, al renunciar al espejo, los muebles de entrada se convertirán en el epicentro del espacio. Una razón de peso para elegirlos desde un punto de vista práctico pero, también, cumpliendo con ese carácter estético necesario para vestir los que son, habitualmente, las estancias más pequeñas de una vivienda.
Y si los muebles de entrada son importantes, no lo es menos cómo vistamos las paredes. Ese espacio vertical que acabará redondeando el conjunto de mobiliario, y que puede tener muchas lecturas e interpretaciones más allá de colocar un cuadro.
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Es más: si ese es nuestro deseo ¿por qué colgarlo? Podemos jugar con la superficie de los muebles de entrada para apoyar en ellos cuadros y fotografías de gran formato, de la misma manera que lo haríamos en caso de incluir en nuestro conjunto un espejo. Una manera de darle un toque distinto y original a la decoración de pared.
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Para quienes buscan optimizar el carácter práctico de los muebles de entrada, esta idea puede ser la respuesta a sus necesidades. Y es que esa entrada y salida de casa es un buen sitio para contar con un organizador semanal de tareas pendientes, horarios, compras pendientes o cualquier otro aspecto que ayude a coordinar nuestro día a día.
Distintas maneras de sentir un mismo espacio. ¿Con cuál de todas te decantarías a la hora de elegir los muebles de entrada de tu casa?
