Espejos con marco de hierro

foto: Pinterest

Piensa que decorar con espejos, además de añadir un elemento útil, aporta grandes dosis de luz, profundidad y amplitud. Es decir, si sabes elegir su situación, puede transformar por completo la estancia, e incluso la vivienda por entero.

Además, al optar por el marco de hierro, especialmente forja, no solo añades un elemento perfectamente combinable con toda clase de estilos, también es cómodo y de muy fácil mantenimiento. Es decir, poca limpieza, pero siempre buena imagen.

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Y es que un espejo te puede dar muchas alegrías. Sustituyen espacios, descargan materiales pesados como la piedra, alegran y componen perfectamente en salones y sobre chimeneas, destacan elementos… Por eso te vamos a ofrecer una serie de ideas para decorar según el estilo de espejo que hayas elegido o sea de tu gusto.

Espejos cuadrados

Lo primero que tienes que saber de los espejos cuadrados, es que son perfectamente combinables en todo tipo de estilos. Sus líneas rectas y geométricas darán esplendor a una estancia boho chic, industrial, rústica, contemporánea, etc.

Los ambientes rústicos son ideales para este tipo de espejos, ¿lo imaginas sobre la repisa de una chimenea? En este caso, gana interés visual y, cuanto se refleja en él, cobra especial protagonismo. Puedes añadir elementos frontales para que obtengan presencia.

Los colores del marco de hierro también serán básicos para hablar del estilo. Los tonos claros y blancos, que pueden lograr un efecto óptimo fantástico si es colocado estratégicamente en un ambiente con molduras lisas, mimetizándolo con las paredes blanco sobre blanco.

Además, las líneas rectas del espejo son perfectas para lograr composiciones ordenadas. Así pues, en un recibidor, dará una primera imagen de la casa excepcional, no solo por la organización, también por su capacidad para propagar luz natural cada vez que se abra la puerta.

Otro encaje muy habitual y certero es sobre paneles correderos. No solo ofrece amplitud a la estancia, también sirve para dividir espacios que, en este caso, parecerán más grandes de lo que realmente son, pero que también permiten lograr un efecto óptimo móvil muy apreciable.

Y claro, igual que hablábamos de orden, no nos podemos olvidar el equilibrio. En este caso, la vertical dinamiza la decoración, optimizando modelos horizontales, que se verán muy bien alineados si optamos por jugar con varios espejos que dividan el reflejo y lo repartan, igual que la luz.

Espejos redondos

Vemos que las posibilidades son enormes, tanto con los espejos redondos como con los cuadrados. Sin embargo, sí es cierto que las líneas rectas pueden ser más fácilmente encajadas por su sobriedad natural, mientras que los círculos aportan mayor personalidad y presencia a cualquier estancia.

No obstante, en buena parte de los casos ya descritos, un espejo redondo podrá ser una opción mucho más personal, pero igualmente acertada. Por ejemplo, en ambientes de tonos claros y blancos, en el que el marco en color claro, así como su forma, serán motivo de personalidad singular.

Y si no, podemos probar en crear espacios en paredes que, en apariencia, puedan tener poco interés. Ahí, el marco redondeado será perfecto para ofrecer un contraste espectacular lleno de matices, incidencia de la luz, contrastes, etc.

Espejos decorativos

Pero tampoco nos podemos olvidar de los espejos decorativos. Si bien es un elemento siempre útil, en ciertas situaciones simplemente hace labor visual, y no por ello es descartable en absoluto.

Por ejemplo, optando por los espejos por parejas, se crean ambientes ordenados, armónicos, equilibrados, etc. Si, además, se acercan a las ventanas, la luz natural y el diseño acorde a una decoración rústica puede dar como resultado un lugar único, verdaderamente apreciable y espectacular.

Otra opción sería probar con formas imaginativas. Sea cual fuere su medida, desmarcarse del formato tradicional no solo aportará protagonismo, también será muy útil para renovar ambientes. Por eso se pueden optar por el arriesgado óvalo, muy alejado de los convencionalismos, pero que puede animar cualquier baño con poca luz, o exento de vida. Sin duda, será un protagonista vital en la estancia.

Y, ¿qué te parecería usarlo como elemento decorativo? Es decir, no como un espejo de pared, sino, por ejemplo, como bandeja sobre una mesa. Puedes añadir más actores a la ecuación, como unos caramelos, unos candelabros, etc. Y, por si fuera poco, te permitirá jugar con la iluminación cenital, obteniendo reflejos, amplitudes y elementos decorativos poco usuales, pero muy originales.

Ya ves que comprar espejos con marco de hierro, especialmente forja, no solo es una decisión excelente a nivel decorativo, también es fantástica en cuanto a utilidad y comodidad. Juega con los elementos de tu casa y crea un rincón absolutamente único.