¿Quieres aprender a decorar un recibidor pequeño? Uno de los problemas más habituales que nos encontramos cuando decoramos recibidores es su tamaño. Habitualmente y sobre todo en las construcciones modernas, este espacio intermedio entre nuestro hogar y la calle ha quedado relegado a un lugar de pequeñas dimensiones. Uno que, independientemente de sus metros cuadrados, debe ser esa bienvenida con personalidad que buscamos para esta zona de la casa.
A pesar de las dimensiones ¡los recibidores pequeños también pueden lucir como merecen! Por un lado, tenemos que ser conscientes de que es la carta de presentación de nuestra casa (una razón de peso para imprimir en los recibidores nuestra personalidad) pero, a la vez, un espacio de carácter práctico (por lo que el aspecto funcional no debe quedar en el olvido).
Así, con este post buscamos romper una lanza a favor de los recibidores pequeños. Esos que, a pesar de sus dimensiones, pueden ser una pequeña joya que combine personalidad, eficacia y belleza.
La decoración de un recibidor
A espacios pequeños ¡nada como grandes soluciones! Algo que debe ser una auténtica filosofía cuando decidamos ponernos manos a la obra con la decoración de un recibidor.
Lo primero que hemos de definir es qué vamos a demandarle a nuestro espacio de recepción de la casa. Un ejercicio que nos ayudará a establecer nuestras propias prioridades a la hora de elegir los elementos que formarán parte del recibidor. Teniendo en cuenta que hablamos de un espacio reducido, es importante que definamos qué es lo fundamental y qué lo secundario.
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Así, por ejemplo, si no disponemos de un armario ropero en el recibidor, tendremos que incluir en nuestro top ten de necesidades un perchero (que, además, nos permitirá optimizar el espacio de la consola ya que servirá para colgar bolsos, bufandas o sombreros); o si carecemos de otro espacio para colocar un zapatero, plantearnos destinar un espacio para él.
Más allá de categorizar qué necesitamos, es importante que analicemos en profundidad las ventajas del espacio. Si nuestro recibidor cuenta con techos altos, podemos plantearnos jugar con esa altura para conseguir más espacio de almacenamiento mediante estanterías o, incluso, muebles colgados de la pared. De esta manera, no estaremos abigarrando las zonas de paso y sí empleando los recursos verticales para darle todavía un carácter más práctico al espacio.
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Por último y no por ello menos importante, un aspecto que tendremos que tener en cuenta: los colores. Unos aliados de excepción para jugar (visualmente) con las dimensiones de los recibidores. Precisamente por esto y para espacios reducidos, tendremos que optar siempre por tonos claros que den sensación de amplitud.
Tres ideas para decorar un recibidor
Más allá de estos consejos de decoración para recibidores, veamos tres auténticos imprescindibles para cualquier entradita de pequeñas dimensiones que se precie. Tres ideas que nos ayudarán a vestir cualquier espacio por pequeño que sea, sin perder ese carácter práctico tan útil en el día a día de estos espacios.
El juego de los espejos
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No hay recibidor que no gane enteros gracias al truco de hacerlo mayor con un espejo. Un elemento decorativo que no puede faltar en un recibidor y que, además de servirnos para ese último vistazo previo a salir de casa, nos permitirá agrandar estéticamente el espacio dándole profundidad.
Además de los factores estéticos, una de las grandes ventajas del uso de espejos en recibidores pequeños es que reflejan la luz. Una manera de ganar luminosidad pero, también, ese componente visual de amplitud.
Incluso más que un solo espejo, podemos plantearnos jugar con varios ya sean todos iguales (redondos o rectangulares, colocándolos creando un único panel de espejo); o bien, usando espejos de diferentes formas que mantengan un mismo estilo (clásicos, vintage, etc.).
Incluye un punto de apoyo
Aunque creas que tu recibidor es tan pequeño que no es posible incluir algo en lo que dejar las cosas ¡te equivocas! Además de las consolas de bajo perfil (que no ocuparán apenas espacio y nos darán esa funcionalidad que necesitamos), si disponemos de un espacio todavía más pequeño podemos buscar alternativas.
Con esto nos referimos, por ejemplo, a algo tan sencillo como aprovechar la verticalidad (colocando en una pared una balda de madera colocada que permita hacer las veces de consola; o mediante cajas de madera suspendidas, que nos facilitarán un mínimo de almacenaje) o bien la horizontalidad (colocando, si se trata de un pasillo que hace las veces de recibidor, un banco estrecho que nos permitirá tanto dejar cosas al entrar de la calle como calzarnos al salir).
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¡Imprime tu carácter en el espacio!
Un factor que no podemos olvidar ni dejar de lado cuando se trata de un recibidor. El primer lugar, el primer espacio. La primera impresión de ti y de tu casa.
Por esas razones y a pesar de las dimensiones, nunca podemos dejar de lado hacer que incluso el espacio más pequeño respire nuestra personalidad. Un hecho que hará de un espacio sin más uno inolvidable, y que añadirá una pizca de nuestra propia naturaleza al espacio.
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Aunque este aspecto es importante, dado que disponemos de poco espacio tratándose de recibidores pequeños hemos de ser cautelosos en la elección de elementos decorativos. De no hacerlo, lograremos el efecto contrario a lo que buscamos: lejos de ser acogedor, nuestra pequeña entradita dará una impresión equivocada.
Encontrar un equilibrio entre decoración y utilidad, hacerlo con personalidad y optimizar el espacio. Tres claves para que los recibidores pequeños sean espacios singulares y únicos.
¿No es lo que todos buscamos en esta antesala de nuestro hogar?
